Primeras aventuras

  Un niño, Fernando, me dice en el patio: mi mamá ha comprado un pollo.
Y yo muy contenta le digo: sí, ¿ha comprado un pollo?
A lo que Fernando me contesta: sí, un pollo AFÓNICO...
Yo: ¿Un pollo afónico?
Fernando: Sí, cantó el primer día y ya no ha vuelto a cantar
(Me moría de la risa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario